A veces, en la vida necesitamos una guía, un apoyo. Esta ayuda la encontramos de manera natural en amigos, familiares, libros de autoayuda … pero hay momentos en los que esos recursos no son suficientes, es entonces cuando podemos acudir a un psicólogo, porque la psicología es un “traje a medida”.

Pues bien, en primer lugar debes evaluar si vas a poder desplazarte a mi despacho; si no es así puedes optar por sesiones online, no te asustes si no te llevas bien con la tecnología, las sesiones pueden llevarse a cabo también telefónicamente. Puede ocurrir que prefieras una sesión presencial pero no puedas desplazarte, entonces necesitarás que el psicólogo te visite en tu casa. Analiza tu situación y decide la modalidad que más te interese. 

En la primera sesión normalmente te hará muchas preguntas, expresa tus necesidades. Si te pregunta sobre tu infancia pero no quieres hablar de ello, simplemente coméntaselo. Si bien es cierto que saber qué aprendizajes ha tenido la persona ofrece mucha información, el psicólogo es quien debe adaptarse a ti y no al contrario. 

Acuerda un objetivo concreto y realista con el psicólogo, eso facilita que se pueda realizar la evaluación del progreso.  

El trabajo en sesión debe ponerse en práctica para que interiorices los aprendizajes. Debes concienciarte de que si quieres cambiar te toca trabajar. Ir una vez a la semana a visitar al psicólogo y no aplicar nada de lo que se habla en la sesión no cambiará las cosas. Si sigues haciendo lo mismo tendrás lo mismos resultados.